El estudio y seguimiento de los periodos de rotación de asteroides, tiene como todo, sus buenas y malas rachas. Últimamente parece que se ha acertado en la elección de los los pedruscos a estudiar. Al recién acabado 4155-Watanabe (entrada anterior), se le han sumado otros dos, el 670-Ottegebe y el 1358-Gaika que han resultado muy agradecidos, tanto en el resultado del periodo como en la amplitud de magnitud. El 670-Ottegebe aún queda un trozo de curva por completar, pues solo es a partir de la 01:00 de la madrugada (HL) cuando comienza a ser observable de modo "decente" (esto es, está a más de 30º de altura). Por contra, el 1358-Gaika, poco después de las 22:00 HL ya se le puede comenzar a dar tiros. Han bastado dos noches (de más de 3,5 horas de observación en cada una, eso sí, e incluso seguirlo tras el paso del meridiano) para poder proponer una solución al periodo.
Como suele ser habitual, la coma del cometa, tras la explosión, se está expandiendo, y poco a poco el 29P va aumentando en magnitud (haciéndose más débil).
El meteorológico empieza a torcerse por estos lares, de modo que me temo que la buena racha ha echado un poco el freno.
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