lunes, 15 de septiembre de 2025

Una de exoplaneta

Por cambiar algo la temática de las observaciones, la noche del 14 al 15 de septiembre, la ocupé casi en su totalidad al seguimiento del tránsito de un exoplaneta en la constelación de Draco. Se trataba del TOI-1259Ab, que se tenía previsto sucediera a las 00:08 hora local, y finalizara las 02:37. 

Con unos 45 minutos de antelación, localicé la estrella protagonista, y medí el mejor tiempo de exposición para no saturar, ni quedarme corto en la SNR. Como se trataba de magnitud 11 y pico, usé filtro V, bin1 y 120 segundos.


Durante más de 3 horas y media, anduve tras el evento. Creo que lo capturé:


La noche no estaba para tirar muchos cohetes, y tal vez debí alargar más el tiempo de observación después de haberse completado el "bache" de la curva, tal y como se recomienda en todas las webs dedicadas a este tipo de eventos, pero ya el sueño me podía.

Con anterioridad había estado observando la variable eclipsante EE Cep, dentro de la campaña de seguimiento de ObSN y de la AAVSO. También en filtro V y a bin 1.

Subiendo los datos a la web de VarAstro, y a la de Exoclock, los resultados que ofrecieron fueron estos:


Un O-C de 1.12 minutos, sin ser malo, es manifiestamente mejorable.


La observación de exoplanetas tiene el inconveniente (que ya he comentado en otras ocasiones) de que si se tiene una montura ecuatorial (como es mi caso), el paso del meridiano de la estrella en cuestión no facilita, ni mucho menos, el seguimiento del tránsito, por lo que a la hora de elegir este tipo de objetos hay que mirar muy mucho las horas de inicio y final, y vigilar que entre medio, no hay un paso de meridiano.  Afortunadamente, hay una amplia variedad de objetos, y objetivos, por ahí arriba, a los que también se les puede apuntar incluso con monturas ecuatoriales.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Cefeidas en M31

La determinación de distancias a lejanas galaxias, es un tema que siempre me ha seducido. De hecho, junto a mi querido amigo Juan-Luis González, presentamos una ponencia en Zaragoza sobre algunas estimaciones que hicimos de distancias a unas pocas galaxias, usando supernovas del tipo Ia, y el método de Philips, empleando (con todas las reservas oportunas) datos y curvas de luz de la web de ObSN, a cuyo equipo ambos pertenecemos.

La determinación de distancias a lejanas galaxias NO es un asunto plenamente resuelto en la astrofísica actual, pues incluso dependiendo del método que se emplee, los resultados pueden llegar a ser muy dispares. Es cierto que hay muchos factores a tener presente, y no todos son controlables, y mucho menos a nivel de aficionado. Por lo que los resultados que nos atrevemos a dar los amateur hay que "mirarlos con prudencia".

En esta historia de determinación de distancias, hubo en 1927 un hecho que marcó tendencia y sorpresa. Edwin Hubble, usando el telescopio de 2,5 m del monte Wilson, en California, consiguió determinar la distancia a la galaxia M31, y concluir que "había otros universos" diferentes a nuestra Vía Láctea, ya que hasta entonces, esas "manchas blanquecinas" que aparecían al telescopio, se pensaban que eran "nebulosas espirales" dentro de nuestra propia galaxia. Edwin derribó con pruebas esa arraigada idea. Y para ello usó el comportamiento de las estrellas cefeidas, que varían de forma periódica su luminosidad, y que se mostraron de interés capital para el cálculo de distancias a galaxias (cercanas). De hecho ese "método de las cefeidas" es también conocido como el de Henrietta Leavitt, pues fue esta astrónoma quien anteriormente (1912) sentó las bases de su uso, localizando este tipo de estrellas en las Nubes de Magallanes.

Con un telescopio de 11 pulgadas, y cielos urbanos como el que tengo por aquí, plantearse reproducir el método de Hubble para la estimación de la distancia a M31, no deja de ser un atrevimiento. Máxime cuando además estamos hablando de estrellas de magnitud cercana a la 20. Obviamente, justo por eso, es impensable usar filtro V, y tampoco bin1. Pero bueno, el único modo de saber si es o no posible, es intentándolo.

Anoche, con Luna menguante-crecidita, se me ocurrió ver si apilando tomas de 3 minutos (por ejemplo) era capaz de localizar la estrella que usara Hubble en su trabajo: la V0619. A modo de prueba-intento, saqué solo 7 tomas de 3 minutos, después de haber pasado algo más de 2 horas haciendo el seguimiento del asteroide 995-Sternberga, del que luego hablaré. 

Incluso en la propia carta de la AAVSO es complicada de ver. "Me hice el valiente" y este fue el resultado:


Solo fue una prueba de localización. Creo que mejorando el enfoque y el guiado, y sobretodo alargando tiempos de exposición y número de tomas para apilar, igual puede salir algo decente. Ahora en Otoño, Andrómeda va a estar muy bien situada en el cielo. Eso sí, tendré que esperar a que a eso de las 12 de la noche me apaguen el estúpido e inútil alumbrado público de las dichosas torres de mi ciudad. Creo que bastarán un par de meses o tres de seguimiento para ver si sale algo de esta idea. Bastará sacar solo una medida por noche (tras el apilado) y esperar el resultado final.

Una vez que obtenga la curva de luz (si es que soy capaz de eso), habrá que calcular el periodo P, y con él, determinar la magnitud absoluta según la expresión:

Mv = -2.81 · log (P) - 1.43

Con ese dato, luego habrá que determinar el módulo de distancia:

(m - Mv) = 5 · log (D) - 5

donde D (en parsec) es el dato que buscamos y a despejar.

Existe un precedente a esta idea con un excelente resultado. Es el llevado a cabo por Javier de Elias, desde Mahadaonda. Ya le preguntaré a él si me surgen dudas. Es también un compañero y excelente observador de asteroides, perteneciente al grupo GOAS.

Justamente, la primera parte de la noche la dediqué al asteroide 995-Sternberg, de magnitud rondando la 13, y cuya curva de luz y periodo de rotación no está del todo bien definido, habiendo diferencias de resultados entre las 11 horas y pico, y las 22 horas para el tiempo de rotación.

La "curva" de anoche parece delatar que se trata de un periodo largo, pues se acercó casi al encefalograma plano:


La noche del 10 al 11 de este septiembre, fue casi igual de aburrida:


Esperando a que los asteroides suban un poco sobre el horizonte (al menos 30 grados), últimamente me ocupo de mirar las variables delta scuti que son siembre muy agradecidas (sobre todo las de tipo HADS).  Esa vez le tocó el turno a V1462, en Hércules, que ya está muy situado al Oeste, justo donde la pared de mi azotea alcanza algo de mayor altura. 

Calculé mal, pensando que me daría tiempo de completar un periodo (de casi 2 h) antes de que la pared me impidiera seguir. Aquí se ve que "me ganó la pared". Una pena, porque la curva estaba saliendo "muy limpia".


Ya se ve que poco a poco va anocheciendo antes (es lo que toca), y que las temperaturas se espera desciendan al anochecer, aunque por ahora se resisten. La semana que viene la tengo "perdida" pues es la odiosa y estúpida feria por estos lares, es decir, más luces por la noche (toda la noche), y aunque "no la piso" desde que tenía 10-11 años es un incómodo incordio. Me lo tomaré de descanso y afinar la estrategia a aplicar para el cálculo de la distancia a M31. Veremos.


martes, 2 de septiembre de 2025

Scuti vs asteroide

Tras el paréntesis del caluroso Agosto, el recién inaugurado Septiembre, comienza -por ahora- con temperaturas más o menos soportables durante el día, y más que agradables por la noche. Ya la eclíptica "comienza poco a poco a levantarse", y el camino que siguen -más o menos- los asteroides, empieza a estar a una altura apta para hacerle fotometría con algo de valor. 

La noche del 1 al 2 de Septiembre, la comencé con una Delta Scuti, propuesta por Patrick Wils, como candidata a la categoría "de periodo variable" y que es preciso seguir. Se trata de la V1209 Her, que a eso de las 22:30 H ya estaba en el horizonte Oeste, y a una altura más que adecuada para hacerle el seguimiento. Fueron un total de unas 2 horas de observación, con exposiciones individuales de 3 minutos, a bin 1, sin filtro.


La AAVSO cataloga esta estrella como del tipo SXPHE, que se caracterizan por tener periodos que oscilan entre los 0,02 y 0,4 días, y amplitudes no mayores a 0,8 magnitudes. En ocasiones, se las llaman "Cefeidas enanas", de tipo RRs, o variables AL Velorum. Son estrellas viejas de la población II, deficientes en elementos pesados.

La curva que pude obtener fue bastante limpia:


Y el cálculo del periodo, a partir de esa curva, se mostró en total coincidencia con los resultados publicados para esa estrella: 1,23 horas ( = 0,05 días)


La curva deducida con FotoDif, en magnitudes relativas, era coincidente


Sin duda, este tipo de estrellas son uno de los mejores ejemplos para introducirse en la fotometría de variables: son fáciles y agradecidas, sobre todo con buenas noches (mejor, también, con buenos cielos) y un equipo no muy sofisticado.

Como otras veces, no deja de maravillarme el hecho de que con un simple telescopio de aficionado, desde la azotea de casa, y con algo de paciencia, puedan obtenerse estos datos "de esos puntitos brillantes" aparentemente indiferentes en el cielo, y la información que de ellos puede deducirse.


Una vez que el asteroide que tenía en agenda había subido lo suficiente sobre el horizonte, le dediqué la segunda parte de la noche. Se trataba del asteroide 1499-Pori, perteneciente al cinturón principal, y descubierto allá por el año 1938 (en Octubre) desde Finlandia. Está situado a una distancia del sol de unas 2,67 unidades astronómicas, pudiéndose acercar hasta 2,176 UA. La excentricidad de su órbita es 0,1855, con una inclinación de 12,18 º. Emplea 1595 días en dar una vuelta completa al sol.

Como casi todos los pedruscos, su forma geométrica no es una esfera perfecta, ni su superficie es lisa. Eso se traduce, en mayor o menor medida, en que el modo en que refleja la luz solar varía de forma periódica conforme se traslada, y conforme rota sobre sí mismo. Ambos factores quedan recogidos en su curva de rotación. Para este pedrusco, ese periodo de rotación publicado es de 3,35 horas, y tiene un diámetro medio de unos 15 km.

Le dediqué también alrededor de 2 horas de observación, con exposiciones individuales de 90 segundos a bin 2, sin filtro. Obviamente, como en la mayoría de los asteroides, su curva "no es la de una scuti"


El cruce del meridiano es un factor que añade una dificultad más al seguimiento de asteroides, máxime cuando (como es mi caso) no se dispone de una montura de horquilla para el telescopio, sino ecuatorial. Por ese motivo, a eso de las 2:30 de la madrugada (hora local) paré la observación. Espero poder reiniciarla esta noche, y en las sucesivas, aunque la Luna ya va ganando espacio y luz, en el cielo nocturno.