miércoles, 31 de enero de 2024

Por fin supernovas.

No recuerdo ya cuando fue el último seguimiento que pude hacer a una supernova, pues las que han ido apareciendo, o eran extremadamente débiles, o en galaxias de muy baja declinación que las hacían inalcanzables a mi observatorio, o directamente, estaban en el otro hemisferio. 

Sin embargo, hace cuestión de algo más de un mes, (el 4 de Enero, para ser exactos, descubierta por el incombustible Koichi Itagaki) apareció una en la galaxia NGC 4216 (Virgo) del tipo Ia, y llamada SN2024gy) peeerooo.... a horas de madrugada, de forma que solo los que puedan programar observaciones, las tenían más o menos accesible. Así que.... iba a ser como que no. 


Una segunda supernova (esta vez del tipo IIn, y descubierta el 29 de Enero) estaba/está en mejores condiciones: en NGC 3206 (UMa). Se trata de la AT 2024bch:

AT 2024bch
m = 14,64 CV


De acuerdo que el campo no es para tirar cohetes, pero sirve al menos para matar el gusano de supernovas. Además, desde el pasado 10 de diciembre, he podido contar con los dedos de una mano las veces que he podido abrir el observatorio, por el nefasto meteorológico que hemos tenido, que lejos de traer la tan necesaria lluvia, emborronaba el cielo con nubes (de todo tipo) y mucha, mucha, humedad. De hecho, "me perdí" la ocultación de Betelgeuse por el asteroide Leona, el 12 de Diciembre.

A lo largo de estas noches, espero poder volver a observarla, con filtro V.

El año 2023 lo cerré con un total de 106 noches de observación (3 noches más que en el 2022), lo que supone un 29 % de noches del año. Sin duda, uno de los aspectos más destacables de ese año (no el único) ha sido las estancias y observaciones en Calar Alto, con el telescopio de 1,23 m, que espero poder repetir también este año, dentro del proyecto europeo Europlanet. Además de eso, como otras veces, las publicaciones en el Minor Planet Bulletin, en el que que dicho sea de paso, ya hay un par de artículos más que han pasado un primer filtro, a la espera del OK definitivo para el segundo trimestre de este 2024.

Como "hay escasez de supernovas", la base de datos de asteroides observados (con sus curvas y periodos de rotación) va en aumento, al igual que la de los cometas. De éstos, destacar las recientes "explosiones" del 12P, a las que ya he comenzado a acostumbrarme. En estas fechas, ya está demasiado caído por el Oeste para poderlo seguir desde el observatorio.

A ver cómo se presenta la primavera, que dicho sea de paso, "lamentablemente" ya parece haberse adelantado, registrando temperaturas de 24 ºC en pleno mes de Enero. Menudo verano nos espera.

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