jueves, 13 de junio de 2024

Malos tiempos.

 Aunque el ritmo de las observaciones ha sido bastante intermitente en los últimos meses, debido al meteorológico, ahora, en el verano que comienza, se entorpece aún más. No hay nada nuevo, y repetimos las situaciones de calor durante el día, con calimas y turbulencias a la noche, sin bajar las temperaturas de los 25 ºC nocturnos la más de las veces. A ello se le suma que la eclíptica anda muy baja, de modo que los asteroides comienzan ya a ser una pieza prohibitiva en estas fechas, si se quieren obtener medidas con un mínimo de rigor y calidad.

En los primeros meses de este año, y a lo largo de la primavera, cometas y asteroides han ocupado prácticamente el cien por cien de los objetos de observación. Los resultados de los segundos se han ido plasmando en publicaciones en el MPB (de hecho, a finales de este mes de Junio se espera otro nutrido artículo en esa revista trimestral) así como en la web del GOAS.

Anoche, sin embargo, se pusieron a tiro un par de supernovas en galaxias no muy vistosas (aunque esto sea un factor secundario) que ya andan muy caídas sobre el Oeste para poder hacerles un seguimiento más o menos continuado. Como ya es sabido, las supernovas se están convirtiendo en "rara Avis" en los últimos tiempos. Se trata de la SN 2024jlf en NGC 5690, en Vrigo, y la SN 2024igg en Bootes, ésta última "imposible de medir" por su cercanía al núcleo galáctico.

SN 2024jlf

m = 14,82 CV



 Aquí la estrella de calibrado usada (en banda G)


Y la SN 2024igg:


Demasiado cerca del núcleo para hacerle la fotometría.

En el terreno cometario, en las últimas semanas el C/2023 A3 está dejando bonitas imágenes postaleras (si bien es éste un aspecto que no me interesa en demasía)


No me gusta el verano, para nada de nada. Es lo que hay.


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