sábado, 26 de noviembre de 2022

Y el cometa 29P estalló..... otra vez.

Ya se sabe que el famoso cometa 29P  (más correcta e innombrablemente, 29P/Schwassmann-Wachmann) es un cometa muy peculiar. Con sus aproximadamente 60 km de diámetro (lo que lo convierte en uno de los más grandes de su tipo), pertenece a ese grupo de cometas conocidos como "centauros", esto es, cometas que orbitan alrededor del Sol entre Saturno y Júpiter, si bien hace su encuentro con Júpiter cada 50 años. Este hecho, provoca que su órbita vaya cambiando poco a poco, y que su destino final sea, o bien "caer dentro" del sistema solar, o ser expulsado definitivamente de él. Los últimos estudios sobre este sugerente cometa parecen apuntar a la primera posibilidad.

Es de procedencia transneptuniana, y fue descubierto allá por 1927. De forma impredecible, sufre explosiones súbitas. Tales explosiones se traducen en una rápida subida de brillo, que resulta cómodamente observable por telescopios de aficionado como el mío. Es cierto que últimamente, los científicos del CSIC, parecen haber descubierto que esos estallidos se producen (más o menos) cada 50 días, aunque esa periodicidad hay que cogerla mucho "con pinzas", igual que las "explicaciones" sobre por qué se producen tales explosiones. 

Parece estar clara la influencia del Sol y de Júpiter en este tipo de objetos (igual que con los asteroides) de modo que -en el caso de los cometas- es la variación de la distancia al Sol (simplificando el asunto) el que hace sublimar material de la superficie cometaria, haciéndole cambiar de aspecto. Sin embargo, el 29 P tiene una órbita casi circular, por lo que su distancia al Sol apenas cambia, y por ende, tampoco debería mostrar una actividad como la que presenta.

Una de las explicaciones ofrecidas a este comportamiento, apunta a que han de existir en el 29P "complejos procesos geológicos" (sic) tanto en el interior como en el exterior del cometa. Los chicos del CSIC completan la explicación argumentando que cuando pequeñas regiones del cometa ricas en hielo, se exponen a la radiación solar, se produce una muy brusca sublimación. De ese modo, el gas sublimado ejerce una presión sobre partículas diminutas, provocando los estallidos y el aumento de luminosidad. Como digo, muy "cogido con alfileres" este asunto. De hecho, en el 2014 se detectaron "miniexplosiones" (que se dan entre 10 y 15 veces al año) disparando material que vuelve a caer en la superficie del cometa, formando una especie de "corteza dura", de tal modo que cuando las "otras grandes explosiones se producen" es esa corteza dura la que se rompe, provocando esos estallidos mayores.

De cualquiera de las maneras, con la registrada en los últimos 4-5 días, ya son 3 las explosiones que llevo observándole al 29P desde Octubre del año pasado. Y eso que no siempre el 29P está visible desde mis latitudes. Aquí la imagen de la pasada noche, donde le medí una magnitud de 13,02, frente a la de 16,25 que le medía hace tan solo 12 días. Eso sin tener presente que, dado que el meteorológico no me lo ha puesto fácil, en sus inicios de explosión, el 29P llegó a la magnitud 12 y pico.


En falso color (catálogo V), la imagen:


Además del 29P, en la pasada noche fue también protagonista el famoso asteroide 65803-Didymos. Es cierto que hubo que esperar hasta bien pasada la 01 y pico de la madrugada para cogerlo a una altura decente (por encima de los 30 grados) en la constelación de Cáncer. Y lo de "cogerlo" nunca está mejor dicho, pues como consecuencia del impacto con la nave-NASA, las coordenadas de este asteroide en el MPC no andan muy finas, y son solo aproximadas. Justamente, gracias a la contribución de los aficionados, los nuevos parámetros orbitales de este asteroide se van afinando. Desde el pasado mes de Septiembre, cuando el impacto, este pedrusco sigue "soltando lastre" en forma de cola (ya cada vez más débil):


Aquí en falso color:


Con máscara de color y medida en catálogo Gaia:


La determinación del periodo de rotación, es la siguiente tarea pendiente para este pedrusco. Es cierto que ya está publicada/actualizada, pero siempre es un gusto poder sacar la forma de la curva de luz de su rotación.

Aquí un pequeño gif sobre su rápido movimiento:


En las pocas noches que he podido abrir últimamente el observatorio, ha habido otros comentas "menores" (menores = menos vistosos), más o menos débiles y no señalados ya en entradas anteriores recientes, a los que también les presté atención:


C/2020 F5 (se estrena en mi colección de cometas: no lo había observado nunca). Magnitud medida = 17,55



C/2022 U2 (m = 17,6)


Complementaron las noches de observación, el seguimiento de las supernovas SN 2022wpy, la SN 2022xkq y la nova enana V479 And, en cuya campaña de observación para proporcionar datos al HST estoy participando.

Desde que el pasado 4 de Noviembre tomara imágenes de la SN2022 wpy (en NGC 1659, del tipo Ia), solo he podido hacerle pocas medidas, ya que el meteorológico no ha sido muy benévolo hasta la fecha. Cuando hice las primeras tomas y medicas, ya estaba "de curva caída". La última que pude hacerle fue el 18 de Noviembre, en magnitud 16,76 con filtro V





Como es fácil de entender, se me quedan en el tintero muchos otros objetos a los que no pude atender: mi observatorio solo tiene un telescopio y una CCD.... y la noche tiene sus horas....bajo las órdenes "del meteo".... y de Murphy.

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