lunes, 3 de enero de 2022

Coletazos del 67P

Antes de que el "mal tiempo" se nos eche encima, y contra todo pronóstico meteorológico, anoche volví a descorrer el techo del observatorio. Entre otras, llevaba en cartera la observación del asteroide 441-bathilde y una nova enana situada en Coma Berenices, si bien sabía que ambos objetos eran para bien avanzada la noche/madrugada. Quise aprovechar, con todo, para continuar con el seguimiento del cometa 67P, algún otro más, y sin pretenderlo, la primera supernova que observo en el 2022: la SN 2021afsj, en absoluto nada espectacular, y situada en la galaxia enana UGC4671. Igualmente, también algo de "búsqueda de otras supernovas" (que es el modo cariñoso de llamar al "postaleo pecaminoso").

El 67P lo observé pasada la media noche. Ya se nota que se va debilitando. Su magnitud ahora es de 12,55, y su estructura ya se percibe variada desde el comienzo del seguimiento. Imagen de anoche, en falso color, isofotas y con filtro Larson:


Aquí cómo ha ido variando su brillo en las fechas en que lo he observado:


El cambio en su estructura parece evidente:

De todas maneras, aún seguirá dando tema de observación en noches sucesivas, y quién sabe si igual nos topamos con alguna sorpresa. No sería el primer caso. 

Los otros cometas estudiados anoche fueron el 4P (m = 13,80), el C/2019 L3 (m = 11,84) y el P/2021 N2 (m = 16,48)

La supernova (del tipo Ia) que observé fue la 2021afsj. No muy espectacular (hay pocas últimamente con ese calificativo), pero quitó las marañas de mi telescopio en este tipo de objetos. La medí sin filtro, usando estrellas de comparación del catálogo Gaia DR3. El resultado fue de 15,70 +/- 0.04:

SN 2021 afsj

m = 15,70 CV


Mientras esperaba que subieran el asteroide y la nova enana, "busqué otras supernovas". En esta ocasión en la galaxia M74:


Esta imagen me sirvió para darme cuenta de algunas cosas. La primera que la humedad ambiente iba creciendo a pasos agigantados, y que necesito renovar los flats, pues el viñeteo de la imagen se hace evidente. Subí para inspeccionar el equipo y "ya había patos anidando en el C11" y las paredes del observatorio chorreando de la humedad. Así que a eso de las 2 de la madrugada, no me quedó más remedio que cerrar el techo. La nova enana y el asteroide, se quedaron en el tintero por esta noche.

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