Pues lo mismo es tiempo de hacer balance astronómico, y ver lo que ha dado de sí este ya agonizante 2019.
Me dio el otro día por contar las noches que he abierto el observatorio desde que allá por el 2016 lo construyera. Ese mismo año, desde Febrero hasta su final, pude abrir en 75 ocasiones. En el 2017 fueron 116 las noches de observación. Solamente 55 en el año 2018, y en este 2019 que se termina, van 92 (esta noche seguramente haré la 93). De modo, que algo más del 25 % de las noches del año, Uraniborg se ha abierto. Otra cosa son los resultados alcanzados. En ese capítulo, las supernovas no han estado para tirar ninguna clase de cohetes: en general, pocas y escasamente espectaculares en seguimiento. Por contra, parece haberse cerrado el capítulo de la observación de Variables (o al menos, esa puerta se ha entornado un poco, dado que los surveys terrestres y "aéreos" profesionales, nos han comido el terreno al aficionado). Por contra, parece que se ha abierto la de los asteroides: un campo amplio donde (por ahora) desahogar la astrometría y la fotometría. Y por supuesto, los cometas siguen estando ahí, más o menos espectaculares y/o vistosos. En ese sentido, este año no ha sido muy malo del todo. Sin ir más lejos, estas noches tenemos rondándonos el C/2018 N3 y el C/2017 T2, entre otros, que admiten fotometría y astrometría. Como muestra, un botón:
Aquí el T2:
Las salidas al campo han sido prácticamente nulas, cosa que me gustaría corregir. Pero el hecho de no disponer de "material astronómico de campo" me frena bastante, de modo que hasta que no me haga de un telescopio transportable de traer y llevar, me parece que esa faceta del campo va a seguir desierta.
Al campo de los asteroides se le ha venido a sumar la participación/colaboración con algún que otro proyecto de profesionales, como el de exoplanetas o el de HOYS-CAPS en la Universidad de Kent, sin mencionar el envío de datos de astrometría al MPC (tanto de cometas como de asteroides). El último de los "pedruscos" en liza es el 2080-Iisalmi, cuya curva de anoche (con el script de Jose María aplicado) quedó más que interesante, y que habrá que seguir.
En ese terreno, se ha abierto la colaboración (junto con Jose María Fernández, Paco Soldán y Jesús Delgado) con la web de Raoul Beherend a la que ya se han hecho varias aportaciones interesantes.
Pero bueno, independientemente de lo anterior y de todo lo que se queda en el tintero, lo más importante es que cada vez que Uraniborg se abría, un servidor ha disfrutado como un enano. Esperemos que siga siendo así muchos años más.
Un pequeño pecado de anoche:
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