viernes, 8 de diciembre de 2017

Buscando cielos

Entre unas cosas y otras, resfriado de por medio incluido, los últimos días Uraniborg ha estado cerrado, y la actividad observacional se ha resentido. Gracias a unos días de fiesta seguidos a comienzos de Diciembre, he aprovechado para desconectar poniendo kilómetros de por medio. Concretamente casi 150 km, a la zona de Fuencaliente, en Ciudad Real. Me llevé el medidor de cielo TESS para poder echar un vistazo a la calidad de la noche de esos lares, que tan buena reputación había visto que tenían.

Antes de que saliese la Luna, en la noche del martes 5 al miércoles 6 de Diciembre, medí el cielo desde el propio hotel en el que me hospedaba, a unos 3 km del pueblo de Fuencaliente. Ya un simple vistazo al cielo, a ojo desnudo, me sorprendió, y todo auguraba una calidad excepcional.



A pesar de la luminaria del hotel, en su jardín llego a medir un valor de 21.55 (sobre un máximo de 22 para cielo completamente oscuro)



El dato de la temperatura que ofrece TESS en el momento de la medida no es real, ya que aún no se había estabilizado. Doy fe que incluso a eso de las 20:00 hacía un intenso frío.

Sospechando que podría haber mejores cielos si me alejaba un poco del hotel, en la noche siguiente cambié de emplazamiento (unos 400 m del hotel, a la otra orilla de la carretera N420, junto a un campo de fútbol) y allí el cielo lucía verdaderamente espectacular (y gélido) a eso de las 19:30 h, con un valor TESS de 21.75.




No quiero pensar, en noche cerrada y sin Luna, cómo se tiene que ver el cielo desde ahí. Para eso de las 20:30 h la temperatura ya estaba por debajo de los cero grados.

Ambos datos los he incluido en la web de polución lumínica




Además de los cielos, el entorno natural de Sierra Madrona es de fábula, así como los pueblos que visité (Conquista, Azuel y Cardeña) todos con casi nula contaminación lumínica, lo que los hace ideales para mirar el cielo.

Ya de regreso en casa, el jueves noche, abrí Uraniborg. Y como cabía esperar, me hundí en una medio depresión al comparar el cielo de aquí con el que he disfrutado recientemente. Por si fuera poco, como la CCD la tenía quitada del telescopio, tuve que comenzar (otra vez) haciendo flats, que por cierto me salieron de verdadera pena.

Para matar el gusano, saco unas tomas de una complicada supernova. La AT2017itc  a la que no puedo medirle la magnitud:


En las próximas Navidades, tengo intención de visitar Cazalla de la Sierra. Mediré igualmente el cielo por allí, aunque me da la impresión que no son comparables a los que he catado en la zona de Fuencaliente. Volveré por allí, seguro.







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